viernes, 27 de febrero de 2009

Más Prosa…
(sin fecha)

CÁUSTICAS CANCIONES:

Pareciera que Dios no se percata a tiempo de las consecuencias de su extraordinaria creación: este pequeño hombre de fuertes ideales, de concisos escrúpulos, de farragosa memoria, de maldades esbeltas. Yo, sólo soy un payaso más en este circo de estrellas desechables; pero soy un payaso peligroso. Pienso a veces que podría, yo solo, acabar con el circo y, de paso, con el agradable sustento de mis patrones. Yo no entiendo cómo Dios pudo ser tan torpe; tan ingenuo. El hombre es la única bestia que existe en la naturaleza.

A ratos, me río de todas las estúpidas amantes que he poseído en mis falsos delirios; espantosas perras que producen placer y diagnostican (todo el mundo lo hace en estos tiempos de éxtasis político) sobre el amor y mi felicidad. Esta criatura que Dios no tan diabólicamente colocó en un planeta miserable, se da el lujo de amar, qué desastre, poderosa combinación de sentimientos, ternura salvaje, cerebrales angustias, especiales rutinas donde mandan las locas tiranías… Y la bondad? Tanto como el maldito goce de esas amantes tiernas cuando vulgarmente las amo. No, no NO…; perdón, pero no quiero consolidarme, me fastidia la tristeza, la belleza del miedo, la porquería inmensa de un castillo de luces, las reivindicaciones sociales de esta bestia podrida.

Este mundo arderá, con su Dios de miserias, con la muerte enferma de vida, con los satánicos planes del universo y los muchos hombres cagones de injusticias. Una sola explosión que obligue a la construcción absoluta y a la permanente autodestrucción.

Corrección aclaratoria: mi maestro de Sociales me enseñó hoy que cada vez tiene más valor el ser socialista, si pensamos en las siniestras condiciones humanas. Socialista genuino, dice él, disimulando la risa.

FBA

miércoles, 18 de febrero de 2009

POESÍA EN PROSA? PROSA POÉTICA? PROSA…
(se publica tal como fue escrita, sin corrección alguna)

Aquí están las palabras, vírgenes y locas, recibiendo el duro instinto de la vida que necesitamos; ahora empezamos, con la primaria poesía capaz de remover este estado de sitio donde nos ha gustado permanecer estancados, pobremente felices… ahora, podremos percibir aromas nauseabundos, espectros llenos de mierda, culos del mal asombro. Esta vez el compromiso es serio, me soborna Satanás, el éxtasis abre su chucha cansada de milagros en las sotanas del saber, la calma reina, los payasos abundan, las pistolas también… esto que nos espera es duro, yo asumo solo mi derecho a la traición, desde acá puedo ver las primeras miserias.

Aquí están las palabras, vírgenes y locas, las putas palabras para un puto reino, los poetas necesitan algo más fuerte que el vinagre, un sobaco hediondo puede ser, unas tetas enormes donde mamar la muerte; el infierno apesta, en los patios traseros hueles el vino de quienes escupen la revolución entre privilegios, un gran pene gangrenoso cubre la gloria de los desocupados… tú empezaste, yo recién, mucho hay que decir y mostrar, el universo es blando, los buitres son curiosos.

Señoras y señores, ha comenzado la era monstruosa de la poesía, ha llegado la hora de cuidar bien vuestras cavernas.

(Agosto 21/91, miércoles)

FBA – DERECHOS RESERVADOS

lunes, 9 de febrero de 2009

Una pérdida lamentable (a un ladrón de infortunios):

En 1994, un miércoles santo de ingrata pero placentera (literalmente hablando) recordación, estrenaba trabajo festejando el inusitado hecho con compañeros de labores en un antro de la ciudad cuando, pasada la medianoche, me dirigí en compañía de una fémina adorable a una mesa de fritos y a nuestro regreso, llegando al sitio, libré una batalla histórica contra un par de ladronzuelos de baja estofa que salieron repentinamente de la oscuridad. Una vez me deshice milagrosamente del que me aseguraba por detrás, forcejeé con el que se me puso al frente, cuchillo en mano, tratando de arrebatarme el maletín donde, suponía, estaba el tesoro informado. Lo llevé, poco a poco, hasta la puerta de entrada al burdel, logrando zanjar el barro y las arremetidas del nervioso asaltante, quien, retrocediendo, tiraba del bolso infructuosamente, respondiendo yo con el atrevimiento y la descomunal fuerza de algo más de doce horas ingiriendo whisky y aguardiente.

Pero la fortuna (siempre esquiva) no estaba conmigo y cuando el Director de la oficina donde trabajaba -intrigado por los gritos tardíos y cómplices de la fémina- se acercó a la puerta, su llamado a que le arrojara el maletín que en ese preciso momento acababa de recuperar no contó con la reacción prevenida que era de esperarse, al no advertir la presencia de un candado que cerraba la reja de protección. El ladrón, ni corto ni perezoso, apenas vio salir por los aires el objeto de su deseo y ad portas de ser increíblemente derrotado, abandonó la gresca, dribló a lo Robinho tras un Renault 4 estacionado junto al lugar, y finalmente voló (no es una hipérbole) con aquel trofeo de mi desdicha dejándome con mi navajita de campaña ya empuñada y a punto de improvisar. El otro amigo de correrías, de quien pensé después me hubiera prestado una óptima colaboración, yacía entrelazado con una negra gigante luego de su tercera o quizá cuarta faena de inspirada e inverosímil plenitud.

El desenlace de este doloroso episodio sólo tuve fuerzas para precisarlo el 15 de septiembre de 2000 dejando la siguiente constancia manuscrita: “NOTA DEL AUTOR: el cuaderno que contenía la poesía en prosa o prosa poética de después del 15 de junio de 1984 hasta poco antes de la Semana Santa de 1994, desapareció, junto con el salario oficial y otras menudas pertenencias, por arte de atraco en plena víspera de crucifixión, al calor de inagotables escoceses en notable amanecida putañera”.

De este ejercicio literario que emprendí en 1980, conservo el material precedente y lo escrito a partir del 25 de junio de 1994. Publicaré algunos apartes en este blog tal como reposan transcritos en otro cuaderno cuya última anotación aparece fechada en Guarne-Antioquia el miércoles 18 de febrero de 2004. Del ímpetu de aquellos diez años de literatura perdidos no fue mucho lo que logré recuperar durante los siguientes diez años, sobreponiéndome difícilmente a su (ahora lo pienso) tal vez beneficiosa partida. Entre tanto, proyectos de otro orden, superando sus propias dificultades, han logrado salir avante. Todavía me ronda eso sí la misma inquietante pregunta: ¿subsistirá ese viejo cuaderno de apuntes cargado de vicisitudes, maldades, venganzas e infortunios? A lo mejor cualquier día, por esas vueltas irónicas del destino, vuelve a su redil…

Esta prosa poética (o digamos prosa, a secas, para evitar los tintes pretenciosos) se etiquetará en: Literatura, intercalada con otros aspectos del blog.

FBA
Más sobre El Decimero Mayor:

Me aclara el decimero Filiberto Hernández que la producción literaria de Alejandro Martelo alcanzó la cifra de 17.000 décimas. En torno a su publicación, Daniel Samper Pizano estuvo interesado en ello y es posible que aún el proyecto persista. A propósito de este periodista, muy buena y esclarecedora su crónica publicada en El Tiempo acerca de su intervención como garante en la liberación reciente de cuatro militares colombianos. Ojalá nos sirva para repensar nuestro presente y nuestro futuro de cara a la necesidad del cambio político, económico, cultural, educativo y social que es urgente aclimatar en un país de tantas penurias y desastres.

FBA

Nota: el texto de Samper Pizano se puede leer también en
http://solidaridadperiodistas.blogspot.com (cortesía de kolikoros.blogspot.com)