Otro poemario (¿LLORAR CONTIGO?; todavía en preparación) me acompaña en estos días de pesimismo inevitable en versión 2013. Pero también de absurdo o patológico optimismo en versión sempiterna. He aquí el texto que despeja fatalmente su inicio:
LLORAR
CONTIGO…
De la espera
sentir vivamente su alboroto
creer que esto se puede agravar
si lo intentamos
Del silencio
voznar firmemente su futuro
regar que ello se debe toser
lejos del buitre
Relumbrar sin recelo
ennegrecer sin culpa
caer también de bruces
en campos de alegría
Llorar contigo
no porque se reproduzcan
malestares
notar que estamos solos
apesta con extremo
la fresca no motiva
los días suelen salvarse a
merced del quebranto
(huracos de privaciones
resisten la desventura
hasta en sitios del amaño
se ven estancamientos)
algo debe permanecer
en el tintero
escribir sólo aquello que
pesa en demasía
o lo contrario
inventarse un poemario de
calmas y turbiones
un punto de equilibrio entre
la vida y la muerte anhela
desleírse bol
de
calamidad masacra
y satisface
Lugar donde el asombro
suda
finitud en frasco
simiente del olvido
¿cuánto me cuesta partir
sin que me vaya?
(abrir la cremallera
mostrar el apetito
bajel que busca el río
¡sin playa!, pide el mar)
Del misterio
saber meramente su escondite
decir que todo se logra libar
siempre a destiempo
De la nada
querer torpemente su codicia
legar que nunca perece el vivir
cuando
se llora
FBA