miércoles, 2 de mayo de 2012

DE NUEVO POR AQUÍ. Largo mes, cargado de emociones varias: lecturas poéticas (sin comillas, esta vez), encuentros y desencuentros inolvidables, y un nuevo fracaso musical. Pero la vida de siempre reaparece con pertinaz placer, y ese héroe común y corriente, magistralmente deletreado por Héctor Rojas Herazo, vuelve a saludar el hecho ineluctable y total de no ocurrirle absolutamente nada. Y entonces, sobrevienen las  horas del único vivir que se sostiene, las horas en las que la muerte (qué pena, otra vez la muerte) otorga la necesaria pausa para repensar la mácula del tiempo, pues son esos momentos de lúcida y solitaria eternidad los que garantizan, por último, que el hombre pueda compartir y disfrutar su fe, mascullar la perfecta incertidumbre, habitar la rotunda insatisfacción, dulcemente querido por su ruido cercano.


De nuevo por aquí. Y por allá. Y por ahí, procurando poemas y canciones que minimicen la gloria que le queda.


FBA                   

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