CUENTA EL
CANTAUTOR ESPAÑOL JOAQUÍN SABINA que su mejor termómetro para saber si
una canción suya es buena o mala, es cuando la escucha de viajero en un taxi y
no se avergüenza de ella. Guardando las distancias, me pasa igual, asumo
similar criterio, aunque viaje poco en taxi (prefiero mi Yamaha DT-125 modelo
1995), pero, suene donde suene, experimento un susto de mil diantres cada vez
que una canción mía, por cualquier razón, sale a la palestra. Soy, además, poco
dado a publicar (menos en redes sociales) lo que brota de mi disparatado numen.
En esta oportunidad me atrevo (creo saber el porqué), y presento de antemano
excusas por hacerlo.
SE ACERCAN
VARIOS FESTIVALES MUSICALES, y canciones de mi autoría como “Mi mejor sentir”, “El alma de un poeta”, “Mi
porro”, “Un canto a la vida”, “Mi mejor festival”, “Un cantor solitario”, “El corazón de mi guitarra”, “Viaje cultural”, “Canto contigo”, “Soy como
soy” y “Lo mejor del vivir”
(todas inéditas y sin haber probado tarima) esperan su sentenciado turno. Desde
ya, el alocado prurito de volver a participar –luego de un necesario semestre
de receso- vuelve a hacer de las suyas, y debo reconocer sin circunloquios que el
vendaval me sigue sacudiendo. Se gana a veces, se pierde otras, se sufre en
demasía; suciedades y componendas no paran de agitarse, nos marchamos algunas
veces asqueados, pero bueno, ahí seguimos, apegados a los festivales de música
de acordeón como si en ellos se afirmara el alma de la música. No es así,
sabemos que no es así, que la música no necesita de festivales, que la poesía mucho
menos. Pero la ilusión… Pero la alegría… Pero nuestra voz… Pero tantas cosas
que igualmente entran en escena. En fin, ya me llegará el tiempo de retirarme.
Por
lo pronto, comparto un recuerdo de mi trajinar festivalero, de diciembre de
2012, para ir entrando en calor. Lugar: Ciénaga de Oro-Córdoba, II Festival
Musical Pablo Flórez Camargo. Título de la canción: CUNA BENDITA. Segundo puesto concurso de canción inédita. Jurados:
Rodrigo Rodríguez, Pedro Emiro Mendoza y Edward Cortés Uparela.
Su
historia es como sigue:
El
30 de octubre de 1976 mi padre, Enán
Burgos Perdomo, escribió el soneto titulado “Patria Chica”, que dedicara a su anhelado terruño, Ciénaga de
Oro-Córdoba. Dicho soneto hace parte de su obra póstuma “La luz brilla en las espinas”, publicada en diciembre de 1991.
Sesenta años tenía mi padre cuando murió en Montería el 25 de octubre de 1986. He
aquí la letra del soneto:
PATRIA CHICA
¿Qué
pasaría si volver quisiera
al
pueblo aquel de mi niñez florida,
el
que me dio la fuente de la vida
donde
brotó el amor por vez primera?
Me
moriría de pena si volviera,
con
mi generación envejecida,
con
la anterior a mí ya fenecida
y
sin la novia aquella que tuviera.
Pero
de todos modos, ¡pueblo mío!,
espérame,
pues nunca te olvidé.
No
me niegues tu albergue ni el rocío.
Y
si bajo los cerros terminado,
quiero
que sepas que en verdad te amé
y
que jamás estuve desterrado.
Pues
bien, una versión musicalizada de dicho soneto estaba lista para concursar en
Ciénaga de Oro a mediados de aquel diciembre de 2012. Pero el sábado 1° de
diciembre de ese mismo año, a eso del mediodía, arribó de repente CUNA BENDITA sin pedir permiso. ¿De
dónde venía? ¿Quién o qué la mandó? Siempre me acuerdo en este punto de los
amigos Joaquín Rodríguez y Adrián Villamizar por aquello de ser
instrumentos del Gran Padre -con lo que me he mostrado tímidamente de acuerdo-,
pero también de mi hermano poeta y pintor, Enán
Burgos Arango, aprendiz de flautas, quien prefiere, cuando ha sentido la
fuerza del arrobamiento creativo, mirar para abajo y no hacia arriba. Lo cierto
del caso es que la melodía de CUNA
BENDITA se instaló por sí sola en mi guitarra mientras recorría con ella la
casa paterna. Y la letra, solo un tanto retrasada, en un par de horas la alcanzó.
El resto fue la noche, varias cervezas, cuidadosa tarea de pulimento.
Recibí
CUNA BENDITA como un encargo de mi
padre (36 años después de “Patria Chica”),
y así, sin sentimentalismos malsanos, se la llevé a Ciénaga de Oro, al FESTIPABLO, donde, luego de tres
rondas, recibió su verdadero premio: los aplausos y coros del público “lorano”,
el reconocimiento de concursantes y músicos, el apoyo emocionado de algunos
familiares, pero sobre todo el poder contar esta historia, haber tenido la
ocasión de referirme a ella en el acto de premiación y en las entrevistas
radiales durante el desarrollo del concurso. Solo faltaba hacer algo como lo
que ahora comparto para terminar de decir: MISIÓN
CUMPLIDA, PADRE, tu pueblo supo esperarte, sintió otra vez tu poética
presencia, aún recuerda tu apostolado médico. Y sí, ya te alberga…, ya puedes maravillarte
con el insuperable color de su rocío.
El
audio que se escucha al reproducir el archivo de Windows Media es el de la
versión que se hizo para inscribirla en el concurso, así que sabrán comprender
ciertas carencias. Ya se grabará con todos los juguetes.
Gracias
al primo Jonás de Dios Burgos Burgos
por buena parte del material fotográfico que extraje (por no decir sustraje) de
su valiosa colección familiar.
Gracias
a todos por escuchar y apreciar.
Saludo
cordial,
FBA