lunes, 12 de enero de 2009


Gaby Julio… Algunos lectores de este blog (amigos cercanos como fueron de tertulias, rones y jaranas durante mi periplo laboral por distintas ciudades colombianas) recordarán haberme escuchado hablar en varias ocasiones de este cantante oriundo de El Copey-Cesar, reconocido por su estilo claramente diomedista pero con aliento propio. Gaby es, a mi juicio, un digno seguidor de este otrora monstruo del canto vallenato e impone -pese a tan insuperable y restrictivo legado- una forma de interpretación original. Al menos, su interpretación se aparta del fácil esquema asumido por la familia de Diomedes. A la sombra de éste, es difícil (por no decir imposible) que el reconocimiento vallenato, objetivamente, llegue.

Lo conocí y tuve la oportunidad de disfrutar de su talento en casa de Agustín Aislant Gil en Cartagena de Indias (inolvidable compañero y compositor de estilo provinciano nacido en San Martín de Loba-Bolívar), quien falleciera hace algunos años luego de una terrible enfermedad y gustaba de apoyar a un Gaby sobrio y orgulloso de su arte que exigía atención cuando cantaba tal como lo ordenan los cánones de las dilectas parrandas vallenatas. Asistían personajes como Néstor Cueto, locutor estrella de Olímpica Stéreo hoy amenizando desde la ciudad de Montería, los hermanos Ramos Ramos, familiares, vecinos y, por supuesto, una selecta delegación lobana.

Gaby Julio se radicó posteriormente en Venezuela y desde allí avanza meritoriamente su carrera artística. Los invito a apreciar sus dotes interpretativas con la canción “La suerte mía”. Buen viento y éxitos para Gaby Julio, y sea ésta la oportunidad de contribuir, desde un modesto espacio, a la difusión de su riqueza musical.

FBA

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