domingo, 7 de marzo de 2010


CUATRO POEMAS MARAVILLOSOS (por cortesía de un connivente caminante de ultimidades), como para asimilarlos muy bien en tiempos preelectorales…


LOS JUSTOS (Jorge Luis Borges)

Un hombre que cultiva su jardín, como quería Voltaire.
El que agradece que en la tierra haya música.
El que descubre con placer una etimología.
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.
El ceramista que premedita un color y una forma.
El tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada.
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.
El que acaricia a un animal dormido.
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.


QUE DIOS NOS LIBRE DE LOS COMERCIANTES… (Nicanor Parra)

Que Dios nos libre de los comerciantes
sólo buscan el lucro personal

que nos libre de Romeo y Julieta
sólo buscan la dicha personal

líbrenos de poetas y prosistas
que sólo buscan fama personal

líbrenos de los Héroes de Iquique
líbrenos de los Padres de la Patria
no queremos estatuas personales

si todavía tiene poder el Señor
que nos libre de todos esos demonios
y que también nos libre de nosotros mismos
en cada uno de nosotros hay
una alimaña que nos chupa la médula
un comerciante ávido de lucro
un Romeo demente que sólo sueña con poseer a Julieta
un héroe teatral
en convivencia con su propia estatua

Dios nos libre de todos estos demonios

si todavía sigue siendo Dios.


SOLO (Oliverio Girondo)

Solo,
con mi esqueleto,
mi sombra,
mis arterias,
como un sapo en su cueva,
asomado al verano,
entre miles de insectos
que saltan,
retroceden,
se atropellan,
fallecen;
en una delirante actividad sin rumbo,
inútil,
arbitraria,
febril,
idéntica a la fiebre
que sufren las ciudades.
Solo,
con la ventana
abierta a las estrellas,
entre árboles y muebles que ignoran mi existencia,
sin deseos de irme,
ni ganas de quedarme
a vivir otras noches,
aquí,
o en otra parte,
con el mismo esqueleto,
y las mismas arterias,
como un sapo en su cueva
circundado de insectos.


EL JUEGO EN QUE ANDAMOS (Juan Gelman)

Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.
Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.


CUATRO POEMAS MARAVILLOSOS como para pensar en el rumbo de nuestra aturdida patria colombiana. Sin creer mucho en las prácticas electorales de este querido país, aspiremos a que el domingo 14 de marzo de 2010 las elecciones parlamentarias sirvan para que los doscientos años de Independencia violenta y servil, y los últimos ocho años de patológica estupidez empiecen, de verdad, a ser cosa del pasado. Es el momento quizá de pretender nuevos y distintos horizontes. De respirar otros vientos. De sintonizarnos con el despertar de nuestra América. Pensemos, al menos, en la necesidad de que el aspecto social prevalezca sobre los intereses de una oligarquía económica que a punta de capitalismo salvaje ha logrado en los últimos tiempos afianzar su aparato opresor.

Sintámonos, pues, como Borges, parte indisoluble de ese colectivo ignorado capaz de salvar el mundo. Entendamos con Gelman que nos estamos jugando la muerte. Aprendamos con Girondo el significado de una soledad abierta a las estrellas. Pero sobre todo, digamos como en la “Antipoesía” de Nicanor Parra que Dios nos libre de todos esos politicastros que abundan en Colombia, comerciantes de la peor ralea, promeseros sin escrúpulos que operan la lógica de la relación costo-beneficio para lucrarse infinitamente so pretexto de cumplir vuestros sueños.

Región Caribe. Suena bien. El punto es: ¿con los mismos personajes oportunistas y tramposos de siempre? La lucha de Orlando Fals Borda merece auténticos exponentes de cambio político y social…

Gracias al anónimo colaborador por nutrir este blog con versos argentinos y chilenos de profunda valoración humana.

Fuerte abrazo,


FBA

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