miércoles, 2 de febrero de 2011

Tres Poemas, para compensar la ausencia de varios días… Dos terrígenos, en vísperas de su despedida poética. Y al final, algo de esa otra cotidianeidad que nunca duerme.



SOY MONTERIANO cuando

Camino por las calles

Sordas de mi ruido, cuando un río de ternezas

Me persigue inclemente y un cercano mar lo

Anima devorándole los tremedales de

Su angustia

Soy monteriano como tú o como aquél

Que nos mira creyéndose a salvo de nosotros

Monteriana es también mi forma de morirme

Y monterianos son los días de apacible vida

Que deforman mi mundo

Soy monteriano en la terrenal manera de

Escribir otra historia, de encender otros versos

Para que brisas ausentes recuerden las

Derrotas, esas canciones fugaces que respiran

Honduras, esa manera inmortal de no

Comprometerme con mentiras

De decirle que no a un sí que desgobierna

De palparme completo sin los fétidos trances

Que elogian la alegría

Soy monteriano de mañana insufrible

De tarde pensativa y noche hospitalaria

Monteriano como la muda suerte

Que sostiene lo inicuo, como la lengua

Voraz que raspa la fatiga

Como las falsas promesas de buitres y

Herederos

Monteriana se advierte la sombra que

Me viste, la ilusión que me atrapa

En lo alto de un sauce, y monteriana

Es también la fe de la congoja que me

Lanza de cabeza al frágil

Pavimento

Monteriano hasta el fin de los tiempos

Mientras me parto el alma tratando de

Entenderlo, mientras por dos salidas

Nunca logro marcharme y por dos entradas

Me alejo de su fiesta invivible

Soy monteriano cuando me sirvo de

Puentes y planchones para ahogarme

En caricias, cuando anuncio más de mil

Veces la mudanza improbable

Cuando a la invasión citadina respondo

Sin fisuras

Monteriano en fin como todos los

Colores que me habitan, monteriano para

Pararme al frente de las duras cuestiones

Y también para erradicar del cielo

Esa mala costumbre de no ser

Lo que somos



SINUANO DEL MUNDO

ubicado, sin hundirse, en la

oscuridad de la vida,

por ningún lado individuo

respirable, atrapado a veces por

imberbes aplausos, caótico de

tierra firme, pensador sin estelas,

hermético, facineroso, siempre

perdido, sin salir a flote, en la

claridad de la vida,

ya para nada triste,

tampoco fructífero

magnífico

exultante ser

a la caza de personales

relativos,

voz de adusta tiniebla

soberano de urbe maltrecha

va consigo la pequeña falta

se sabe domador de sueños cándidos

patea la terrible espesura

se asoma, se desviste, se arrepiente

el mundo es demasiado flébil, áspero

grácil al tacto, tierra y río no sirven

nostalgia maloliente es presa fácil

infancia desbordada eructa

fracaso en flor,

sin embargo, pausa extática a deshoras

fábula de nunca acabar

caminante de inéditos pecados

libre contra el viento, cancionero

fugaz, no sale aún del hoyo miserable

lo mira desde alturas inconcebibles

desde distancias aparatosas,

inexistencia febril

ladra el sol en muerte ajena

ubicado, perdido, condenado

exonerado, trae dolor por los

cabellos, dios infatigable

haciendo entre chozas y rascacielos

de tripas corazón



Y SI SE NOS DIERA A TODOS POR MORIRNOS

POR NO NACER, POR DECLINAR,

si animales y vegetales se sumaran a esta

poética maniobra

y Dios –que según dicen le teme a la soledad–

se encontrara, de repente, espantosamente solo.

Si nos desenchufáramos al mismo tiempo de la vida

y nos fuéramos, de una vez por todas, a recorrer

sin retorno el dulce abismo de la tierra.

Pero Dios no es tan tonto, a la postre nos conecta y

desconecta a sus anchas, nos pone a dormir despiertos

con laborioso afán

y sólo a ratos, como en este poema, nos permite

lúcidos instantes de eternidad, ráfagas de claror

brevedad impasible

que osa contradecirle su dominio.

De veras: si se nos diera a todos por morirnos en

simultánea fuga, si pudiéramos disolvernos

antes de que él se percatara

del peligro, o de que algún vivificante enfermo

invocara su ayuda.

Pero dicen también que Dios lo sabe todo

y seguramente

en menos de lo que dura un desparpajo

habrá desmantelado, con dedo mortal,

esta infeliz conspiración.

Y si se te diera entonces por morirte

sinuoso pasajero? Si se te diera por sumarle

altavoces a tu causa perdida, restarle importancia

al clan de los sufridos, multiplicarle dolores

a tanto vate alegre, creerte golondrina

de insólito verano…

No dudes por favor de la apariencia

súbete a un oleaje de puras sensaciones

y zambúllete meramente, sin más

confinamientos,

en el interminable cielo del ocaso



FBA – DERECHOS RESERVADOS



Nota: A partir de la fecha está disponible, en formato PDF, el poemario de mi autoría CANTANDO A DESTIEMPO, publicado en junio de 2010. Sólo para quienes de verdad se encuentren interesados en leerlo, como diría APVZ, “hasta sus últimas consecuencias”. Sin ningún costo. Basta solicitarlo al E-Mail: sinumania@hotmail.com, identificándose plenamente y señalando, de manera inequívoca, el motivo de su interés.

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