lunes, 14 de febrero de 2011

MÁS CLARO NO CANTA NI ALEJO...

Del cantautor Rioplatense-Guajiro-Vallenato ADRIÁN PABLO VILLAMIZAR ZAPATA, sobre el tema de la salvaguardia de "EL VALLENATO" por parte de la UNESCO (foro virtual). He aquí las palabras de "El Ángel Bohemio". En su esencia, tal como llegaron. Que disculpe la intromisión de FBA en cuestiones ortográficas y de estilo. Maniático que es uno. Pero no se preocupe compadre, siga escribiendo que yo le ayudo con el fardo de la gramática.

Dice APVZ:

"Buenos días a todos. Quiero referirme al tema de las amenazas que se ciernen sobre el Vallenato.

El haber tomado la decisión de 'nominar' al elemento que queremos postular ante la UNESCO como 'El Vallenato', fue la solución consensuada para saldar la discusión(ampliamente ilustrada) de 'qué era' lo que se quería postular para la protección del organismo rector de la salvaguarda cultural de la humanidad.

Sabíamos bien que al nominarlo de esta manera integrábamos el universo de la matriz cultural que lo origina y todo lo que como signo o síntoma el vocablo pudiera provocar en su asociación neuronal inmediata, algo parecido a lo que los publicistas llaman 'recordación y posicionamiento de marca'. En ese sentido, y con razón, muchos pueden plantear la duda de que el elemento cultural no se encuentre amenazado sino todo lo contrario, que goza de una extraordinaria aunque obesa salud.

Debido a esa amplia consideración que dentro de nosotros mismos podemos tener sobre algo que consideramos tan natural y propio, el comité asesor del MINCULTURA lo definió como 'un género musical tradicional cantado, nacido de la conjugación de tres expresiones culturales diferentes a partir de los cantos de vaquería de los campesinos y esclavos negros en las épocas de la colonización, la música y expresiones dancísticas de los indígenas nativos y el aporte de los instrumentos musicales europeos, que con la llegada del acordeón se consolidó con la guacharaca, de origen indígena, y con la caja, de origen africano, dando paso a la creación de cuatro aires como son el paseo, el merengue, la puya y el son, que con el paso del tiempo penetraron los altos estratos de la sociedad. Su mayor característica de autenticidad está dada por la letra de sus cantos de contenido narrativo y costumbrista expresados en un lenguaje elemental, los cuales, con la llegada de nuevas generaciones con vivencias culturales urbanas, se enriquecieron con contenidos de orden poético-romántico' (sic).

Sombreo lo que considero relevante dentro de la discusión de 'LAS AMENAZAS'.

Cuando un bien intangible es considerado Patrimonio es igual que nombrarlo TESORO. Los tesoros inmateriales, anteriormente conocidos como 'Obras Maestras de la Tradición Oral', son un elaborado producto de los tiempos dentro de una matriz cultural singular e irrepetible. Por razones propias y previsibles del movimiento perpetuo de esas matrices culturales, la 'fuerza' que generan los tesoros de la tradición oral tiende a disiparse y finalmente a perderse con el paso del tiempo y por el influjo constante de la modernidad con sus contracorrientes culturales. Estas últimas no son sino la versión contemporánea y feroz de las mismas corrientes que a su vez crearon el fenómeno o elemento que se pretende resguardar. El Vallenato no nació como lo cantó el Viejo Emiliano o como lo tocó Luis Enrique, muchas cosas fueron mutando hasta establecerse una 'forma' por todos reconocida, que no requiere exhaustivas explicaciones y menos para las comunidades implicadas en su desarrollo. Es ése el saber no sabido, no aprendido, que es la marca registrada de 'la cultura'.

Los movimientos y cambios que fueron asentándose con el tiempo y la aceptación popular para dar origen a esta hermosa musicalidad que nos convoca, actuaron igual que el proceso de selección natural con el que Darwin explica su teoría de la evolución de las especies. Fueron perdurando los elementos y la formas que el pueblo mismo fue seleccionando dentro de sus preferencias, y las preferencias generando estilos que determinaron escuelas y así hasta obtener esta hermosa acuarela de versos y melodías, rutinas y rebujes que constituyen el Vallenato. Lo que no iba gustando se iba perdiendo y luego olvidándose pero todo fue un producto de lo que el Pueblo-Pueblo, a través de su fascinación estética, logró escoger como su música representativa.

Al iniciar el influjo mediático su trepidante accionar sobre las masas -algo que se vuelve brutal desde mediados de los 80 hasta nuestros días- ya no es el pueblo el que escoge lo que debe perdurar dentro de su tradición sino los medios que, con su repetición y la estrategia preconcebida de determinados 'cliché' melódico-literarios, impactan el inconsciente colectivo y, por ende, el gusto popular; son ellos los que dominan, pues, el panorama. Nadie puede 'triunfar' sin pasar por su filtro y quienes fabrican la zaranda no necesariamente acreditan conocimiento o ascendentes dentro de la historia de nuestro canto vernáculo.

Las comunidades van adoptando los nuevos cantares a medida que la música se va pareciendo cada día más a sus propio estilo de vida: fácil, rápida, ligera, sin compromisos. No hay tiempo para nada, ni para dialogar, ni para contemplar la naturaleza ni para elaborar un romance. La sociedad se adapta a esa velocidad y así lo hace la cultura y con ella la música.

La nueva música de estos 25 años de influjo mediático convirtió al Vallenato-Folclor en Vallenato-Género, y por ser género, como el Rock, la Salsa, el Jazz, todo le cabe. Su adaptabilidad al momento social, su energía contagiosa, su musicalidad sencilla pero bonita, su función testimonial, lo hacen apetecido y apetecible por donde quiera que transita en las nuevas versiones. Una de ellas, que se desconecta de la realidad de la ancestral relación hombre/mujer y propone una inversión de roles en donde el hombre es victimizado por un ejército irregular de mujeres infieles y desagradecidas, ha transformado el romanticismo lírico pero viril en un discurso plañidero y genuflexo, propio de Corín Tellado, con sus respectivas excepciones; otra variante concentra su fuerza en el bailador, al que aleja de la cadencia y del contacto cercano del cuerpo de la pareja para montarlo en frenesí a un ritmo y a una percusión de baterías, que en determinadas ocasiones obligan a bailar sueltos y, por qué no, a saltar.

Ambas variantes del canto tradicional son las responsables de esa inmensa fiebre nacional e internacional del Vallenato, mas ninguna de ellas transmite la esencia con la cual fue gestada su música mentora. Antes, al oír un vallenato de Escalona, de Leandro, Marín o Namen, las personas podían plasmar en un lienzo nuestros paisajes, costumbres y anécdotas. ¿Qué podrán pensar de nosotros hoy en día quienes escuchen el vallenato moderno? ¿Pueden hacer una radiografía de nuestra sociedad o de nuestro entorno? Creo que nadie en este foro esté dispuesto a apostar por una respuesta afirmativa. El vallenato moderno se divorció de la tradición que lo formó, y mientras aquel fue producto de una evolución darwiniana, estas dos corrientes son mutaciones con deleciones y traslocaciones que cambiaron en forma abrupta el ADN del Vallenato. Cien (100) años contra veinticinco (25). Pelea de tigre con burro amarra'o...

¿Qué pasó? ¿Se perdieron quienes son capaces de ser consecuentes con su entorno y expresarse en cantos que hablen de su acontecer y de su realidad? ¿Perdieron la habilidad de ver el paisaje y encontrar en él los símiles para concretar una idea poética?

NO, allí están y son los mismos que alimentan al animal hambriento que es el vallenato moderno. Esa habilidad del verso y la melodía, de soñar despiertos y cantar volando entre nubes sigue estando, aunque estén ahora trabajando para otro propósito. Solo que ni ellos ni los intérpretes están dispuestos a morirse de hambre tras la edificación del folclor. Es tanta la influencia de las corrientes que dan origen a la nueva música que ya ni pa'trás van a mirar. Solo les quedan los festivales para que vuelvan a rutinas fosilizadas, como dijo Durán Escalona, para que vuelvan a sentir el cuero-cuero de una caja o el corocito de la guacharaca. Solo les quedan los festivales para tratar de dejar 'algo' en el pensamiento de los espectadores con canciones que le apuesten a la estética existencial y a la memoria de los pueblos.

Allí sigue lo que nos queda de ADN y por eso es que trabaja este proyecto. Ya lo que fue fue y lo único que podemos hacer con la ayuda de todas las fuerzas vivas del folclor, bajo la batuta del Estado en plan especial de salvaguarda (PES), es enfriar un poco las aguas para que el iceberg del folclor no se derrita a este ritmo tan acelerado. Ver de qué manera congelamos para los tiempos la memoria de octogenarios que aún recuerdan versos nunca escritos, que llegaron de boca en boca a través de las generaciones. Para que los tataranietos de Toño Salas conozcan su pasado genético-musical en el intento de reactivar en ellos esta manera de 'contar la vida cantando' que es el Vallenato. Buscamos lugares y medios para que los que aún tienen la posibilidad de ser consecuentes con su entorno y las vivencias diarias de su comunidad, no escondan el deseo de cantarlas por la depreciación que han sufrido en los últimos años, sino que tengan una caja de resonancia multimedia que, además, les asegure algún ingreso y no piensen que solo el 'cacho' o la 'lujuria' son los motivos que tienen para cantar.

Donaldo: el vallenato sí está en riesgo; si no lo está, entonces no puede inscribirse como Patrimonio de la Humanidad ante la UNESCO. Son las reglas del juego.

Tengo muchísimas cosas más para contar, pero no soy escritor ni periodista, ni puedo ponerme a corregir estilo y ortografía; ruego me disculpen no solo mis torpezas sino también este cipote ladrillo que les acabo de tirar pero que -créanme- está hecho con el mismo adobe con el que hicieron la Casa de Alto Pino".

Hasta aquí lo de APVZ. Quienes han seguido de cerca este blog, en especial las distintas publicaciones en materia de crítica vallenata, comprenderán aún más la dimensión de la lucha que une a vallenatos, guajiros, sinuanos y sabaneros. Pocos. Pero con vuelo contundente.

Saludo sinuano.


FBA

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