martes, 29 de julio de 2014


CUENTA EL CANTAUTOR ESPAÑOL JOAQUÍN SABINA que su mejor termómetro para saber si una canción suya es buena o mala, es cuando la escucha de viajero en un taxi y no se avergüenza de ella. Guardando las distancias, me pasa igual, asumo similar criterio, aunque viaje poco en taxi (prefiero mi Yamaha DT-125 modelo 1995), pero, suene donde suene, experimento un susto de mil diantres cada vez que una canción mía, por cualquier razón, sale a la palestra. Soy, además, poco dado a publicar (menos en redes sociales) lo que brota de mi disparatado numen. En esta oportunidad me atrevo (creo saber el porqué), y presento de antemano excusas por hacerlo.

SE ACERCAN VARIOS FESTIVALES MUSICALES, y canciones de mi autoría como “Mi mejor sentir”, “El alma de un poeta”, “Mi porro”, “Un canto a la vida”, “Mi mejor festival”, “Un cantor solitario”, “El corazón de mi guitarra”, “Viaje cultural”, “Canto contigo”, “Soy como soy” y “Lo mejor del vivir” (todas inéditas y sin haber probado tarima) esperan su sentenciado turno. Desde ya, el alocado prurito de volver a participar –luego de un necesario semestre de receso- vuelve a hacer de las suyas, y debo reconocer sin circunloquios que el vendaval me sigue sacudiendo. Se gana a veces, se pierde otras, se sufre en demasía; suciedades y componendas no paran de agitarse, nos marchamos algunas veces asqueados, pero bueno, ahí seguimos, apegados a los festivales de música de acordeón como si en ellos se afirmara el alma de la música. No es así, sabemos que no es así, que la música no necesita de festivales, que la poesía mucho menos. Pero la ilusión… Pero la alegría… Pero nuestra voz… Pero tantas cosas que igualmente entran en escena. En fin, ya me llegará el tiempo de retirarme.

Por lo pronto, comparto un recuerdo de mi trajinar festivalero, de diciembre de 2012, para ir entrando en calor. Lugar: Ciénaga de Oro-Córdoba, II Festival Musical Pablo Flórez Camargo. Título de la canción: CUNA BENDITA. Segundo puesto concurso de canción inédita. Jurados: Rodrigo Rodríguez, Pedro Emiro Mendoza y Edward Cortés Uparela.

Su historia es como sigue:

El 30 de octubre de 1976 mi padre, Enán Burgos Perdomo, escribió el soneto titulado “Patria Chica”, que dedicara a su anhelado terruño, Ciénaga de Oro-Córdoba. Dicho soneto hace parte de su obra póstuma “La luz brilla en las espinas”, publicada en diciembre de 1991. Sesenta años tenía mi padre cuando murió en Montería el 25 de octubre de 1986. He aquí la letra del soneto:

PATRIA CHICA

¿Qué pasaría si volver quisiera
al pueblo aquel de mi niñez florida,
el que me dio la fuente de la vida
donde brotó el amor por vez primera?

Me moriría de pena si volviera,
con mi generación envejecida,
con la anterior a mí ya fenecida
y sin la novia aquella que tuviera.

Pero de todos modos, ¡pueblo mío!,
espérame, pues nunca te olvidé.
No me niegues tu albergue ni el rocío.

Y si bajo los cerros terminado,
quiero que sepas que en verdad te amé
y que jamás estuve desterrado.

Pues bien, una versión musicalizada de dicho soneto estaba lista para concursar en Ciénaga de Oro a mediados de aquel diciembre de 2012. Pero el sábado 1° de diciembre de ese mismo año, a eso del mediodía, arribó de repente CUNA BENDITA sin pedir permiso. ¿De dónde venía? ¿Quién o qué la mandó? Siempre me acuerdo en este punto de los amigos Joaquín Rodríguez y Adrián Villamizar por aquello de ser instrumentos del Gran Padre -con lo que me he mostrado tímidamente de acuerdo-, pero también de mi hermano poeta y pintor, Enán Burgos Arango, aprendiz de flautas, quien prefiere, cuando ha sentido la fuerza del arrobamiento creativo, mirar para abajo y no hacia arriba. Lo cierto del caso es que la melodía de CUNA BENDITA se instaló por sí sola en mi guitarra mientras recorría con ella la casa paterna. Y la letra, solo un tanto retrasada, en un par de horas la alcanzó. El resto fue la noche, varias cervezas, cuidadosa tarea de pulimento.

Recibí CUNA BENDITA como un encargo de mi padre (36 años después de “Patria Chica”), y así, sin sentimentalismos malsanos, se la llevé a Ciénaga de Oro, al FESTIPABLO, donde, luego de tres rondas, recibió su verdadero premio: los aplausos y coros del público “lorano”, el reconocimiento de concursantes y músicos, el apoyo emocionado de algunos familiares, pero sobre todo el poder contar esta historia, haber tenido la ocasión de referirme a ella en el acto de premiación y en las entrevistas radiales durante el desarrollo del concurso. Solo faltaba hacer algo como lo que ahora comparto para terminar de decir: MISIÓN CUMPLIDA, PADRE, tu pueblo supo esperarte, sintió otra vez tu poética presencia, aún recuerda tu apostolado médico. Y sí, ya te alberga…, ya puedes maravillarte con el insuperable color de su rocío.

El audio que se escucha al reproducir el archivo de Windows Media es el de la versión que se hizo para inscribirla en el concurso, así que sabrán comprender ciertas carencias. Ya se grabará con todos los juguetes.

Gracias al primo Jonás de Dios Burgos Burgos por buena parte del material fotográfico que extraje (por no decir sustraje) de su valiosa colección familiar.

Gracias a todos por escuchar y apreciar.

Saludo cordial,


FBA

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