martes, 22 de julio de 2014

RESPUESTA AL POETA SUCREÑO IGNACIO VERBEL VERGARA, A PROPÓSITO DEL HOMENAJE QUE SE LE RENDIRÁ EN EL IX ENCUENTRO INTERNACIONAL DE ESCRITORES DE SUCRE, EN SINCELEJO-COLOMBIA (23 de julio de 2014), CUYO PROGRAMA REMITIÓ VÍA CORREO ELECTRÓNICO

Ignacio, apreciado poeta y amigo: gracias por el adjunto, y, por supuesto, felicito el merecido homenaje que recae sobre tu persona y tu obra. No sobra decirte que me hubiera gustado poder acompañarte para, en el marco del mismo evento, estrenar el texto que escribí para ti, luego de que autorizaras el préstamo literario (“… el fulgor de la nada…”) que nos ocupara en días pasados. En efecto, FULGOR DE NADA es su título y ya hace parte de mi poemario inédito EN LIBACIÓN SOLITARIA (2014), con dedicatoria incluida.

Me hubiera gustado, claro que sí, pero sabemos bien (y me excusas que me refiera a ello) que mientras el Encuentro Internacional de Escritores de Sucre continúe en manos de quienes está, difícilmente podrá este cantor beligerante de imposibles contarse entre sus invitados. Pero bueno, son gajes del oficio, ya conoces lo que pienso sobre estos personajes que mueven los hilos culturales a su amaño (no solo en Sucre), para favorecerse recíprocamente cual sectas inescrupulosas que se valen del dinero público con el fin de reafirmar sus intereses privados. Una sola mirada a la Programación o Itinerario de este año corrobora a todas luces lo que afirmo, pues, salvando pocas y valiosas excepciones, se repiten una y otra vez las mismas comuniones, y de yapa, casi siempre con idéntico sonsonete.

Esperemos que estos escenarios de la tan cacareada y pisoteada cultura se democraticen en verdad algún día (y no lo deseo por mí, pues sabes bien que así como soy enemigo acérrimo de roscas y de lamberías, lo soy también de egos y de perseguir micrófonos), y se abran, por ende, a otras voces, voces especialmente independientes y portadoras de un mensaje de compromiso único y exclusivo con el Gran Arte.

Aspiro sí a estar concursando musicalmente en el Festival Sabanero de Sincelejo en su próxima versión, siempre y cuando lo permitan sus organizadores mediante la preselección correspondiente. Y abrigo la esperanza de que en la Junta que lo dirige no estén también varios de los “gestores culturales” que cuestiono, tan afectos como son a la pose enfermiza, al ubicuo morir, al mutuo elogio, a bloqueos, trapisondas, coimas, amartelamientos y demás plagas de indignidad por el estilo.

Y pensar que un escritor –que un verdadero escritor–, o un poeta a todo dar (como lo eres tú, estimado Ignacio), no convierte su oficio en una empresa exitosa ni expone su verbo en la perversidad de mundos denigrantes. He creído por eso que quizá sea su mejor destino el de ser ignorado, permanecer en el más absoluto y aplastante de los anonimatos, sin publicar nada, sin pretender esto o aquello, y huyendo siempre de la esterilidad de los mediocres e incómodos aplausos. Y tal vez por eso, siempre que he publicado un libro o he paseado mis versos, hasta la desnudez, por festivales literarios, duro varios meses para recuperarme, convirtiéndome yo mismo en mi más implacable crítico.

Pero no, muchos poetas y escritores se desviven, lamentablemente, por estar en festivales. Recuerdo que hace como un año me conocí con una importante gestora cultural de equis departamento del Caribe colombiano, y en el transcurso de una improvisada jarana, luego de que los contertulios se marcharan me confesó, al filo del amanecer, su inconformidad porque otro importante gestor de su misma ciudad nunca la había invitado a un festival internacional de poesía que dicho sujeto organiza. Ninguno de los ofrecimientos que, sin yo pedirlos, ella me hizo, se cumplió, pero lo realmente importante es comprobar cómo se zanjó en este 2014 su resentimiento cultural: ella lo incluyó a él en uno de sus más representativos eventos, y él, en pago del servicio prestado, la programó, ¡por fin!, en el suyo. Así de simple. Así de trágico.

En todo caso, basta de llover sobre mojado para dedicarme mejor a complacerme por el homenaje que se te brinda, querido amigo y poeta Ignacio Verbel Vergara. Hay amistades profundas que no necesitan compartir espacio y tiempo determinados. Ni siquiera la bella cotidianeidad de un buen licor. Considero la nuestra de ese calibre. Y así de confiables y sinceras son las palabras de libertad que ahora te envío.

¡Salud entonces por la Poesía!

Salud por la eternidad de nuestro indómito fulgor.

Fuerte abrazo,


FRANCISCO BURGOS ARANGO (FBA)

Sahagún-Córdoba, 22 de julio de 2014                   

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