martes, 19 de mayo de 2009

A propósito de la partida (sólo física) del escritor uruguayo Mario Benedetti, tres poemas de mi autoría publicados en “Poemas de Antesala” (1991).

SIN TREGUA

En mi solitaria reticencia
en el arduo trabajo de fastidiar la espera
en la insostenible bondad de mala madera
en la rutina habilidosa de quehaceres inútiles
en mi genial aburrimiento (bah)
en mi consciente mediocridad
en mi aceptado fracaso
en mis horas inmóviles
en la fuerte elegancia de los crueles
en el mundo sin límites de mi desgracia
en la escasa soledad de mis derrotas
en las buenas angustias de otros días
en las malas casi nulas angustias de mis años
en los tristes amaneceres olvidados
en el recuerdo de la mierda eterna
en las bruscas manías del silencio
en el cuerpo absurdo de la mujer que amo
en los besos tiernos o en los sueños lejanos
en el mar que no es Dios ni nada
en la traición que no renueva su ternura
en el asco que me volvió rebelde
en el pesimismo que destruye mi impaciencia
en el amor que me vuelve apresurado
en el ocio infinito que aprendí de muchacho
en la fresca insistencia de un vacío sin tregua
en la dura explanada de un desierto tirano
en mis horas infames de brutal alegría
en algo como la tristeza necesaria
en la burla que repite la agonía
en mi habilidad para debilitarme sin fatiga
en la oscura presencia que todo lo aniquila
en tus ojos limpios cálidos sinceros
algún día he de parar para encontrarte
Laura Avellaneda


AL FINAL

“Yo te miro mirar como inmóvil
pero claro la cosa no se arregla
con miradas ojeadas o vistazos
qué tal si nos arremangamos vos y yo?”
Mario Benedetti


Uno permanece y no es mucho lo que se hace
al final se acabaron las palabras bonitas en los versos
empezamos a hablar de cosas duras y reales
evadimos el sentido poético
nos percatamos de la injusticia mientras
comemos en el patio
nos subimos a los árboles y cazamos mariposas
nos comimos las frutas del vecino y otras cosas vecinas
nos volvimos menos solitarios
nos mostramos capaces de guiar cada uno su vida
nos ocupamos de las verdaderas angustias
palpamos las necesidades pero seguimos
riéndonos un poco
nos educamos con metas muy precisas
estuvimos en las auténticas fiestas populares
le sonreímos a los ilustres políticos que
chupan nuestra sangre
desvirgamos a una que otra muchacha
nos montamos en los carros oficiales
padecimos del mal del mandamás
le gritamos a la mujer que nos dio tres hijos varones
trabajamos muchas horas para un sistema ajeno
nos emborrachamos sin misericordia por lo que sabemos
nos peleamos entre amigos verificando las traiciones
y no es mucho lo que se hace
pero yo no aguanto más
Yo me arremango
¿Y usted?

PASAJERO

“… en esta excursión
a la muerte que es la vida”
Mario Benedetti


me voy
o continúo, qué sé yo…
con todas mis flaquezas
la terrible inocencia
la triste insignificancia de estos días

me llevo los ratos de tragedia mediana
las tácticas concisas de esa mujer que dice amarme
porque no ha logrado despreciarme cabalmente
porque quiere que piense en ella
porque quiere confundirme con su maldad
de medio pelo,
porque desconoce el epicentro de mi crueldad

me llevo su amor de baratijas
en esta correría sin aliento
conjuntamente con mi escasa fe en todo tiempo
y la soledad,
compañera de los putos viajes

me llevo algunas frutas de mi tierra
el brumoso recuerdo de la espera
los opacos caminos de la dicha
mi chaleco antibalas
mi pulcritud a toda hora con yodora
y los sueños de mañana

me llevo los combates ajenos
para el aburrimiento
la moral militar de los cobardes
contra mi afán de deserción y tropelía
la pobreza en la cara del contrario
por la poca bondad de mi corazón
o sea,
me llevo mi vida totalmente
el filo multicolor de mis verdugos
la hijueputa conciencia de de ser útil
y a ti mujer no sé si llevarte como trampa
o dejarte tirada en el camino

por lo pronto me voy
o continúo, qué sé yo…
con todas mis flaquezas
la terrible inocencia
la triste insignificancia de estos días

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FBA

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